A principios del siglo XIX, se desarrollaron en Inglaterra las primeras locomotoras, sin embargo, su historia no empezó ahí. Siete mil años atrás, el primer elemento que le dio vida a las locomotoras, fue creado; la rueda. Esta permitió el desarrollo de vehículos jalados por animales de tiro, ya fuera utilizado para pasajeros o para mercancías. Así como, algunos vehículos utilizados dentro de minas para transportar carbón y mineral.
Más adelante, de la necesidad, nacieron los conocidos “caminos de hierro” en su mayoría de tracción animal, el cual su objetivo principal era que los vehículos no se hundieran en el lodo que, debido al peso de la carga, estos se atascaban y atrofiaba la funcionalidad del transporte.
Luego, a mediados del siglo XVIII, con el inicio de la Revolución Industrial y ante el
aumento en la demanda de transporte, se comenzó a buscar una forma más barata
para sustituir la tracción animal.
En principio, el método más efectivo para solucionar el problema fue el desarrollado por
Thomas Newcomen, el cual funcionaba bajo un mecanismo que consistía en enfriar un
cilindro que contenía vapor de agua, creando vacío dentro del mismo y generando con
ello fuerza de succión. Aunque la bomba de presión atmosférica de Newcomen significó
un avance respecto a los mecanismos anteriores, esta era poco eficiente en el uso de
combustible, pues el calor generado al producir el vapor era desperdiciado al enfriar el
cilindro, lo que hacía muy costosa la operación de esta bomba.
La segunda propuesta fue inventada en 1774 por el ingeniero mecánico e inventor escoces, James Watt. Aunque la bomba de presión atmosférica de Newcomen había ganado fama y era cada vez más utilizada, Watt se percató que desperdiciaba una gran cantidad de energía, por lo que decidió mejorar su diseño añadiéndole un condensador que lograría evitar el desperdicio del vapor, lo que aumentó radicalmente su potencia. Además, introdujo una modificación a la bomba de Newcomen que amplió infinitamente sus posibilidades de utilización: adaptó este motor para que generará un movimiento rotatorio por medio de un mecanismo de biela-manivela, mismo que permitió que el movimiento lineal del pistón del cilindro se transformara en un movimiento de rotación.
Esta modificación aparentemente pequeña, fue la innovación tecnológica fundamental que impulsó la Revolución Industrial, pues permitió que la máquina de vapor pudiera ser usada no solo en la extracción de agua en las minas, sino desencadenando toda una avalancha de inventos, siendo el ferrocarril de vapor una de las innovaciones que tendría mayor impacto en el mundo entero.
Si bien, al igual que en la Revolución Industrial, en México, cuando fue inaugurado durante el gobierno de Porfirio Díaz la industria ferroviaria, tuvo gran relevancia en la Revolución Mexicana, que, si bien recordamos, se gestó en trenes, los cuales le permitieron a Pancho Villa hacer todas las movilizaciones masivas, y por lo que, sin lugar a dudas, fue algo para el beneficio del país.
Ahora bien, en México la vía férrea no ha crecido en al menos los últimos 100 años a comparación de otros países de menor escala. De acuerdo con la secretaria de Comunicaciones y Transportes, México solo cuenta con acerca de 27, 000 km de vía férrea, el motivo, es debido a que, en 1997, en el Gobierno de Ernesto Zedillo se llevó a cabo un desmantelamiento del sistema ferroviario donde se realizaron concesiones, y gran parte de las vías, se perdieron y sustituyeron por autopistas con el inicio de la industria automotriz.
Actualmente, México busca abrirse paso nuevamente en el sector ferroviario, para con ello, agilizar la movilidad de las comunidades, reducir tiempos de traslado y dañar en menor cantidad al medio ambiente.
De acuerdo al Índice de Transporte Público de Moovit, al menos en la CDMX, el promedio de tiempo que la gente dedica a desplazarse en transporte público es de 66 minutos. El 67% de los usuarios dedican un promedia de 2 horas en sus desplazamientos 2 cada día.
Ameriko busca aprovechar estructuras existentes ferroviarias para dar más opciones de movilidad a las personas, así como lograr conectar con otros medios de transporte y reducir su tiempo de traslado en su día a día.
Asimismo, estas estructuras ferroviarias existentes, generan polígonos adyacentes con potencial inmobiliario, provocando el nacimiento de nuevos empleos y comercialización en la zona.
Mientras tanto en trayectos de largas distancias, en continentes como Europa, el ferrocarril es considerado como un medio de transporte y de carga eficiente, rápido, seguro y amigable con el medio ambiente. Empresas como Deutsche Bahn mueve 7.1 millones de personas diariamente y 1 millón de toneladas en las vías de Alemania.
Mientras tanto en trayectos de largas distancias, en continentes como Europa, el ferrocarril es considerado como un medio de transporte y de carga eficiente, rápido, seguro y amigable con el medio ambiente. Empresas como Deutsche Bahn mueve 7.1 millones de personas diariamente y 1 millón de toneladas en las vías de Alemania.
Es bien sabido que el ferrocarril se caracteriza por su bajo nivel de contaminación a comparación de la industria del automóvil, que desde los años cuarenta, el crecimiento de carreteras pasó de tener 5 mil km de carreteras pavimentadas a más de 120 mil km en 2010, otra gran causa del bajo impulso al sistema ferroviario, a pesar de sus positivas características con el medio ambiente.
Mientras tanto en trayectos de largas distancias, en continentes como Europa, el ferrocarril es considerado como un medio de transporte y de carga eficiente, rápido, seguro y amigable con el medio ambiente. Empresas como Deutsche Bahn mueve 7.1 millones de personas diariamente y 1 millón de toneladas en las vías de Alemania.
Es bien sabido que el ferrocarril se caracteriza por su bajo nivel de contaminación a comparación de la industria del automóvil, que desde los años cuarenta, el crecimiento de carreteras pasó de tener 5 mil km de carreteras pavimentadas a más de 120 mil km en 2010, otra gran causa del bajo impulso al sistema ferroviario, a pesar de sus positivas características con el medio ambiente.
El tren ayuda a mitigar en gran cantidad la emisión de gases de efecto invernadero de dióxido de carbono, es longevo y utiliza menor número de recursos en el ciclo de vida en comparación a los demás medios de transporte.
“El transporte está generando más del 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero, y en un mercado de carbono que está aumentando de manera rápida su valor, el transporte ferroviario pudiese aportar mucho mejor a las metas de los acuerdos en donde México participa en temas ambientales”.